Para los mecanicistas el hombre, al igual que la máquina, reacciona a
las fuerzas y estímulos externos y no se desarrolla cualitativamente. Es una
concepción determinista, propia del positivismo, de inspiración empirista. Los enfoques
derivados del modelo mecanicista presentan siguiendo a Bermejo y Lago (1994),
las siguientes características:
·
El cambio evolutivo equivale al cambio
conductual. Frente al cambio de estimulación el sujeto cambia de respuesta.
·
El comportamiento es una combinación lineal y
aditiva de elementos discretos que le dan sentido a la totalidad.
·
El cambio se origina según una relación
causa-efecto, y puede ser explicado en función de las condiciones antecedentes.
·
El cambio es cuantitativo. El cambio cualitativo
no se produce: es en realidad una acumulación de secuencias de aprendizaje o de
secuencias Estímulo –Respuesta (E-R).
·
Como el cambio evolutivo se produce en función
de las condiciones estimulares y ambientales, es relativo.
En suma la
evolución psicológica de un sujeto puede reducirse, de este modo, a la historia
de sus experiencias.
En la actualidad este modelo queda representado por
la teorías conductistas del aprendizaje, si bien, tal y como señala
acertadamente Martí (1991), bajo esta denominación se agrupan una gran
diversidad de enfoques teóricos. Destacamos los siguientes:
-
La teoría del condicionamiento clásico de
Watson(1928).
-
La teoría del condicionamiento instrumental
(Skinner,1938).
-
La teoría de las jerarquías de aprendizaje de
Gagné (1968).
-
La teoría del desarrollo de Bijou y Baer(1978).
La teoría del aprendizaje social de Bandura
(Bandura y Walters,1974).
El modelo mecanicista del
sujeto humano toma el proceso de desarrollo como una sucesión de cambios,
movimientos y acciones con la analogía de la máquina, y adopta la posición
empírica de que la direccionalidad positiva de esos cambios proviene de la
experimentación por ensayo y error, haciendo énfasis en cómo la estabilización
de esos cambios es el resultado de un proceso de aprendizaje, en el cual
influyen factores que posibilitan, potencian, limitan o impiden tanto la
experimentación como el desarrollo. La acción se entiende dentro de este modelo
como la generadora del desarrollo, ya que es la que le permite al sujeto
aprender a través de la experimentación.
La visión mecanicista se
deriva de una mirada pragmática y positivista, donde uno de los puntos
centrales para dar sentido a las explicaciones es el establecimiento de
relaciones causa-efecto, logrando instaurar situaciones predecibles a partir de
ciertas condiciones específicas del sujeto y del contexto (determinismo).
Desde aquí se puede
considerar que el sujeto es reactivo (da respuestas) a ciertas acciones del
medio o de otros sujetos (estímulos). Pero, a diferencia del conductismo, la
mirada del desarrollo se sitúa como derivada de un procesamiento interno del
sujeto al recibir esos estímulos, y como vinculada a una acumulación progresiva
de vínculos internos que le permiten al sujeto alcanzar estructuras internas
que aumentan sus probabilidades de éxito al enfrentarse con el medio o con
otros sujetos. Estas estructuras permiten que el sujeto logre reproducir con
facilidad ciertas acciones para las cuales él está en principio capacitado,
pero cuya repetición actúa como causa de la estabilización de esas estructuras
internas y del éxito posterior de su funcionamiento.
El modelo mecanicista se encuentra, pues, más próximo a una
epistemología realista y empirista, que intenta mostrar cómo los posibles
fenómenos, cuando se observan, se pueden analizar desde los principios de la
física. Se asocian a estos modelos autores como Bijou y Baer (1978), quienes
hacen su manejo específicamente desde las teorías clásicas del aprendizaje.
También se consideran mecanicistas los modelos que incluyen consideraciones de
sus proponentes sobre intercambio de información con el medio o con otros
sujetos. Tales son algunos teóricos del procesamiento de la información,
quienes, como Overton y Reese (1973), empezaron a configurar las primeras
variantes de los modelos computacionales.
Es un modelo antiguo, que
asimila el hombre a una máquina, muy versátil y especializada y pretende que
con los mismos criterios con los que se obtiene productividad de las máquinas,
se obtenga eficiencias de la gente. En la forma como se compran las máquinas,
con las mejores especificaciones y al menor precio posible, así hay que
reclutar gente: robusta, capacitada y a bajo costo.
Así como las máquinas,
cuando ya no funcionan, se sacan del inventario e igual se dan de baja, se
procede con el hombre una vez se han reducido sus capacidades orgánicas,
intelectuales y emocionales.
Así como las máquinas se
fabrican para trabajos cada vez más precisos, repetitivos y especializados, en
forma semejante se diseñan los cargos con tareas sencilla y repetitiva en las
que se requieren el mínimo de trabajo mental.
Así como las máquinas son
construidas de tal manera que se eviten movimientos inútiles y se aproveche al
máximo la energía, así también al hombre se le somete a horarios, ambientes y
métodos de trabajo que eviten al máximo la pérdida de tiempo y los movimientos
inútiles.
En fin, tal concepción
reduce al hombre a una condición infrahumana, al prescindirse de sus
pensamientos y sentimientos. El hombre sólo se limita a ejecutar órdenes bajo
supervisión estricta. Se ignora que el hombre es un ser complejo, que piensa,
siente y cuya conducta no siempre es controlable y cuyas reacciones son
impredecibles.
Este modelo encuentra raíces
en el asociacionismo, el conductismo, el operacionalismo y el ambientalismo.
Los cambios, en este modelo, se consideran comportamentales y no son
estructurales o cualitativos sino cuantitativos, y dependen de determinantes
extrínsecos al organismo. Aquí se presta poca atención a los procesos
psicológicos internos. La teoría del desarrollo en este enfoque se considera
una extensión temporal de la teoría del aprendizaje en términos de estímulos y
contingencias de refuerzo.
Aprendizaje mecanicista
Se
entiende por aprendizaje mecanicista el que promueve la adquisición de nuevos
conocimientos a través de procedimientos y prácticas repetitivas, concediendo
poca importancia al significado de lo que se aprende y sin asociar la
información recientemente adquirida con la información ya almacenada.
La
noción de aprendizaje mecanicista es un concepto desarrollado por la psicología cognitiva, en oposición al aprendizaje
significativo que postula D. Ausubel (1968).
Según este psicólogo cognitivo, el aprendizaje mecanicista y el aprendizaje
significativo pueden tener lugar tanto si se emplea una metodología propia
del aprendizaje
por descubrimiento como si el contenido se
presenta por recepción, esto es, mediante la exposición del tema por parte del
profesor.
Según
la concepción cognitiva del aprendizaje, el conductismo potencia este tipo de aprendizaje mecanicista
y repetitivo, puesto que, desde una perspectiva conductista, el proceso de
aprendizaje de una lengua, al igual que cualquier otro proceso de aprendizaje
humano, es el resultado de una suma de hábitos que se adquieren por medio de
conductas repetitivas y mecánicas.
Algunas
de las características básicas del aprendizaje mecanicista de segundas lenguas
son:
1.
La nueva información es almacenada
arbitrariamente, sin interactuar con los conocimientos
previos que posee el aprendiente. Dicho
de otro modo, el aprendizaje mecanicista se produce cuando la tarea de
aprendizaje consta de puras asociaciones arbitrarias. En la asociación de los
conceptos no hay una relación sustancial y con significado lógico. Un ejemplo
sería aprender por repetición una lista de palabras que no guardan ninguna
relación entre sí [el lápiz, la batidora, el césped, el pijama, desayunar,
anaranjado, etc.].
2.
El papel del profesor consiste en
desarrollar buenos hábitos en los alumnos, lo que se consigue principalmente
con ejercicios
estructurales, la memorización de diálogos o la
repetición a coro de estructuras lingüísticas. El profesor tiene un papel
activo de proporcionar estímulos y es quien controla y reconduce la evolución
del aprendizaje.
3.
El papel desempeñado por los
aprendientes es bastante pasivo; simplemente, responden a los estímulos
ofrecidos, sin tener en cuenta el contenido de lo que se practica, y sin tomar
la iniciativa en la interacción. Así, un ejercicio propio de un aprendizaje
mecanicista podría ser repetir una estructura. El aprendiente tiene una escasa
implicación activa a la hora de analizar la lengua, o de desarrollar sus
propias estrategias para aprender. Asimismo, no hay implicación
afectiva al no ser necesaria una disposición positiva ante el aprendizaje.
4.
El aprendizaje mecanicista busca
evitar el error (enlace a «análisis de errores»), que podría reforzar malos
hábitos. Como en la enseñanza de idiomas se ha considerado generalmente que la
fuente principal de errores es la lengua materna, es importante no hacer referencia a ella ni
utilizarla como medio de instrucción. Una manera de reforzar las respuestas
correctas y de evitar errores es memorizar diálogos e insistir en la repetición
de estructuras.
5.
El aprendizaje se olvidará al poco
tiempo si se logra sólo mediante la repetición mecánica, ya que los nuevos
conocimientos se incorporan de forma arbitraria en la estructura cognitiva del
alumno y no quedan almacenados en la memoria a largo plazo. En este sentido, cabe
precisar que en ocasiones se utilizan indistintamente aprendizaje mecanicista
y aprendizaje
memorístico, si bien la psicología cognitiva se
preocupa por el modo en que los conocimientos adquiridos quedan memorizados
significativamente.
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/aprendizajemecanicista.htm
Muchas gracias por la información, pude analizar ciertas características del modelo para un trabajo
ResponderBorrarTe amo
ResponderBorrarMuy buen concepto
ResponderBorrarQue buena información!!! Los felicito
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