lunes, 4 de abril de 2016

MODELO MECANICISTA

Para los mecanicistas el hombre, al igual que la máquina, reacciona a las fuerzas y estímulos externos y no se desarrolla cualitativamente. Es una concepción determinista, propia del positivismo, de inspiración empirista. Los enfoques derivados del modelo mecanicista presentan siguiendo a Bermejo y Lago (1994), las siguientes características:
·         El cambio evolutivo equivale al cambio conductual. Frente al cambio de estimulación el sujeto cambia de respuesta.
·         El comportamiento es una combinación lineal y aditiva de elementos discretos que le dan sentido a la totalidad.
·         El cambio se origina según una relación causa-efecto, y puede ser explicado en función de las condiciones antecedentes.
·         El cambio es cuantitativo. El cambio cualitativo no se produce: es en realidad una acumulación de secuencias de aprendizaje o de secuencias Estímulo –Respuesta (E-R).
·         Como el cambio evolutivo se produce en función de las condiciones estimulares y ambientales, es relativo.
En suma la evolución psicológica de un sujeto puede reducirse, de este modo, a la historia de sus experiencias.

En la actualidad este modelo queda representado por la teorías conductistas del aprendizaje, si bien, tal y como señala acertadamente Martí (1991), bajo esta denominación se agrupan una gran diversidad de enfoques teóricos. Destacamos los siguientes:
-          La teoría del condicionamiento clásico de Watson(1928).
-          La teoría del condicionamiento instrumental (Skinner,1938).
-          La teoría de las jerarquías de aprendizaje de Gagné (1968).
-          La teoría del desarrollo de Bijou y Baer(1978).
La teoría del aprendizaje social de Bandura (Bandura y Walters,1974).


El modelo mecanicista del sujeto humano toma el proceso de desarrollo como una sucesión de cambios, movimientos y acciones con la analogía de la máquina, y adopta la posición empírica de que la direccionalidad positiva de esos cambios proviene de la experimentación por ensayo y error, haciendo énfasis en cómo la estabilización de esos cambios es el resultado de un proceso de aprendizaje, en el cual influyen factores que posibilitan, potencian, limitan o impiden tanto la experimentación como el desarrollo. La acción se entiende dentro de este modelo como la generadora del desarrollo, ya que es la que le permite al sujeto aprender a través de la experimentación.
La visión mecanicista se deriva de una mirada pragmática y positivista, donde uno de los puntos centrales para dar sentido a las explicaciones es el establecimiento de relaciones causa-efecto, logrando instaurar situaciones predecibles a partir de ciertas condiciones específicas del sujeto y del contexto (determinismo).
Desde aquí se puede considerar que el sujeto es reactivo (da respuestas) a ciertas acciones del medio o de otros sujetos (estímulos). Pero, a diferencia del conductismo, la mirada del desarrollo se sitúa como derivada de un procesamiento interno del sujeto al recibir esos estímulos, y como vinculada a una acumulación progresiva de vínculos internos que le permiten al sujeto alcanzar estructuras internas que aumentan sus probabilidades de éxito al enfrentarse con el medio o con otros sujetos. Estas estructuras permiten que el sujeto logre reproducir con facilidad ciertas acciones para las cuales él está en principio capacitado, pero cuya repetición actúa como causa de la estabilización de esas estructuras internas y del éxito posterior de su funcionamiento.
El modelo mecanicista se encuentra, pues, más próximo a una epistemología realista y empirista, que intenta mostrar cómo los posibles fenómenos, cuando se observan, se pueden analizar desde los principios de la física. Se asocian a estos modelos autores como Bijou y Baer (1978), quienes hacen su manejo específicamente desde las teorías clásicas del aprendizaje. También se consideran mecanicistas los modelos que incluyen consideraciones de sus proponentes sobre intercambio de información con el medio o con otros sujetos. Tales son algunos teóricos del procesamiento de la información, quienes, como Overton y Reese (1973), empezaron a configurar las primeras variantes de los modelos computacionales.
Es un modelo antiguo, que asimila el hombre a una máquina, muy versátil y especializada y pretende que con los mismos criterios con los que se obtiene productividad de las máquinas, se obtenga eficiencias de la gente. En la forma como se compran las máquinas, con las  mejores especificaciones y al menor precio posible, así hay que reclutar gente: robusta, capacitada y a bajo costo.
Así como las máquinas, cuando ya no funcionan, se sacan del inventario e igual se dan de baja, se procede con el hombre una vez se han reducido sus capacidades orgánicas, intelectuales y emocionales.
Así como las máquinas se fabrican para trabajos cada vez más precisos, repetitivos y especializados, en forma semejante se diseñan los cargos con tareas sencilla y repetitiva en las que se requieren el mínimo de trabajo mental.
Así como las máquinas son construidas de tal manera que se eviten movimientos inútiles y se aproveche al máximo la energía, así también al hombre se le somete a horarios, ambientes y métodos de trabajo que eviten al máximo la pérdida de tiempo y los movimientos inútiles.
En fin, tal concepción reduce al hombre a una condición infrahumana, al prescindirse de sus pensamientos y sentimientos. El hombre sólo se limita a ejecutar órdenes bajo supervisión estricta. Se ignora que el hombre es un ser complejo, que piensa, siente y cuya conducta no siempre es controlable y cuyas reacciones son impredecibles.
Este modelo encuentra raíces en el asociacionismo, el conductismo, el operacionalismo y el ambientalismo. Los cambios, en este modelo, se consideran comportamentales y no son estructurales o cualitativos sino cuantitativos, y dependen de determinantes extrínsecos al organismo. Aquí se presta poca atención a los procesos psicológicos internos. La teoría del desarrollo en este enfoque se considera una extensión temporal de la teoría del aprendizaje en términos de estímulos y contingencias de refuerzo.
Aprendizaje mecanicista
Se entiende por aprendizaje mecanicista el que promueve la adquisición de nuevos conocimientos a través de procedimientos y prácticas repetitivas, concediendo poca importancia al significado de lo que se aprende y sin asociar la información recientemente adquirida con la información ya almacenada.
La noción de aprendizaje mecanicista es un concepto desarrollado por la psicología cognitiva, en oposición al aprendizaje significativo que postula D. Ausubel (1968). Según este psicólogo cognitivo, el aprendizaje mecanicista y el aprendizaje significativo pueden tener lugar tanto si se emplea una metodología propia del aprendizaje por descubrimiento como si el contenido se presenta por recepción, esto es, mediante la exposición del tema por parte del profesor.
Según la concepción cognitiva del aprendizaje, el conductismo potencia este tipo de aprendizaje mecanicista y repetitivo, puesto que, desde una perspectiva conductista, el proceso de aprendizaje de una lengua, al igual que cualquier otro proceso de aprendizaje humano, es el resultado de una suma de hábitos que se adquieren por medio de conductas repetitivas y mecánicas.

Algunas de las características básicas del aprendizaje mecanicista de segundas lenguas son:
1.    La nueva información es almacenada arbitrariamente, sin interactuar con los conocimientos previos que posee el aprendiente. Dicho de otro modo, el aprendizaje mecanicista se produce cuando la tarea de aprendizaje consta de puras asociaciones arbitrarias. En la asociación de los conceptos no hay una relación sustancial y con significado lógico. Un ejemplo sería aprender por repetición una lista de palabras que no guardan ninguna relación entre sí [el lápiz, la batidora, el césped, el pijama, desayunar, anaranjado, etc.].
2.    El papel del profesor consiste en desarrollar buenos hábitos en los alumnos, lo que se consigue principalmente con ejercicios estructurales, la memorización de diálogos o la repetición a coro de estructuras lingüísticas. El profesor tiene un papel activo de proporcionar estímulos y es quien controla y reconduce la evolución del aprendizaje.
3.    El papel desempeñado por los aprendientes es bastante pasivo; simplemente, responden a los estímulos ofrecidos, sin tener en cuenta el contenido de lo que se practica, y sin tomar la iniciativa en la interacción. Así, un ejercicio propio de un aprendizaje mecanicista podría ser repetir una estructura. El aprendiente tiene una escasa implicación activa a la hora de analizar la lengua, o de desarrollar sus propias estrategias para aprender. Asimismo, no hay implicación afectiva al no ser necesaria una disposición positiva ante el aprendizaje.
4.    El aprendizaje mecanicista busca evitar el error (enlace a «análisis de errores»), que podría reforzar malos hábitos. Como en la enseñanza de idiomas se ha considerado generalmente que la fuente principal de errores es la lengua materna, es importante no hacer referencia a ella ni utilizarla como medio de instrucción. Una manera de reforzar las respuestas correctas y de evitar errores es memorizar diálogos e insistir en la repetición de estructuras.
5.    El aprendizaje se olvidará al poco tiempo si se logra sólo mediante la repetición mecánica, ya que los nuevos conocimientos se incorporan de forma arbitraria en la estructura cognitiva del alumno y no quedan almacenados en la memoria a largo plazo. En este  sentido, cabe precisar que en ocasiones se utilizan indistintamente aprendizaje mecanicista y aprendizaje memorístico, si bien la psicología cognitiva se preocupa por el modo en que los conocimientos adquiridos quedan memorizados significativamente.

http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/aprendizajemecanicista.htm

4 comentarios: